En el mercado existen diversidad de colchones con diferentes características y capacidades de adaptarse a nuestra forma de dormir. Elegir el adecuado nos garantiza comodidad, calidad, además de un sueño mucho más placentero y reparador, ayudándonos a liberar las tensiones del día a día.
Aunque existen tamaños, formas y especificaciones muy particulares, podemos señalar los tipos de colchones más comunes que podemos encontrar:
Colchones de Latex
Son perfectos cuando buscas firmeza, ya que están hechos principalmente de látex sintético. Se adaptan muy bien a cualquier tipo de cuerpo y forma de dormir y una de sus grandes ventajas es que son ideales para combatir los molestos y peligrosos ácaros. Debe ser evitado por los alérgicos al material.
Colchones de muelles
Se caracterizan por garantizar un retorno a la posición inicial y son altamente transpirables, incluso se pueden encontrar en distintos niveles de firmeza. Los podemos encontrar de hilo continuo, mucho más firmes y perfectos para personas que duermen boca arriba o para aquellas que tienden a moverse mucho.
En esta línea también podemos encontrar los de muelles embolsados. Estos cuentan con una firmeza media. Por otra parte, los biónicos garantizan un punto medio entre los 2 primeros y son bastante duraderos.
Colchón Futón Japones
Estos diseños son completamente biodegradables y están hechos a base de capas de algodón prensado. Tienen mucha firmeza y son muy recomendables para aquellas personas con problemas de espalda. Además, son muy económicos.
Colchón Espuma
Están fabricados de poliuretano expandido con burbujas internas llenas de aire. Destacan por ser bastante suaves y son muy accesibles, y aunque son muy cómodos para personas que duerman boca abajo, son poco transpirables.
Colchón Viscoelástico
Estos son perfectos para personas que tengan que estar en cama mucho tiempo, ya que son de una espuma de alta calidad que asegura mucha firmeza y confort. Pueden ser un poco más costosos, pero realmente valen la pena.